La Ribera del río Órbigo ha sido zona de importantes asentamientos humanos. Además de celtas y astures, existen restos de villas romanas en la Milla del Río y se han librado importantes batallas en sus orillas. Es la fundación del Monasterios de Santa María de Carrizo en el S. XII la que marca el origen de la villa y su evolución posterior. El torno a él se construyó el pueblo, formado, en su mayoría, por vecinos de El Villar de las Ollas, hoy desaparecido y que estuvo situado en el monte donde se emplaza  la ermita de la Virgen del Villar, patrona de Carrizo.

Durante la Edad Media el monasterio centró la vida de la comarca. Su importancia fue grande y personajes importantes del reino de León tuvieron relación con él. La reina Berenguela lo visitaba con frecuencia y Suero de Quiñones y sus caballeros pernoctaron aquí finalizada la batalla del Paso Honroso. Según documentos guardados en el Archivo Monástico (llamados «Tumbos»), Carrizo tenía hospital y prisión, y la abadesa tenía jurisdicción sobre los habitantes y pueblos de la zona, incluso sobre el río.

En el S. XIX Carrizo sufre una fuerte decadencia. La comunidad de religiosas se ve obligada a exclaustrarse entre 1868 y 1871 y sus propiedades son vendidas por el Estado a la familia González Regueral. A mediados del siglo actual, gracias a la ganadería y a los cultivos industriales como el lino, la menta y, sobre todo, el lúpulo, Carrizo y su comarca experimentan un buen desarrollo.